Ahora cuando ya hemos acabado, apilo todos los recuerdos como en las películas; cuando alguien está apunto de morir y va viendo su vida en diapositivas, recordando todos los momentos. Sobretodo los buenos.
Recuerdo el momento en que el profesor de tecnologías nos propuso formar parte de esto. Recuerdo cuando nos seleccionaron y fuimos a la primera reunión a la biblioteca del colegio. Recuerdo cuando abrimos las cajas llenas de pequeñas piezas por primera vez. Cuando vi al robot, de la forma más sencilla posible por primera vez.
Como poco a poco fuimos evolucionando. Con el robot. Con el proyecto. Como personas. También retrocedimos algunas veces, pero siempre para mejorar luego. Estuvimos meses con esto. Martes tras martes, viernes tras viernes.
Recuerdo cuando nos dijeron que competiríamos en Vic. Cuando el domingo 10 sonó nuestro despertador a las 5 y poco. Nos encontramos a las 6:30. Llegamos a las 8. Competimos. Ganamos.
Después una semana intensa. Cada día. Cada tarde. Allí estábamos, intentando hacer de nuestro proyecto y de nuestro robot algo perfecto.
El día 17 sonó el despertador a las 5. A las 6:10 ya estábamos juntos. A las 8 ya estábamos en Tarragona, en la Gran Final.
No ganamos, quedamos sextos. Alguien puede pensar que el motivo es que la perfección no existe, y ese fue el motivo por el que no pudimos ganar. Y quien sabe, quizás estos sean los que tengan razón. Pero yo creo que si que existe; quizá no se encuentre en nuestro robot, ni en nuestro proyecto. Ese día la suerte no estuvo de nuestra parte. Pero para mi la perfección se encuentra en nuestro equipo. En cada uno de nosotros, formando engranajes hechos para encajar a la perfección.
Al principio de todo el único objetivo que le veía a esto era ganar la competición. Ahora cuando miro hacia atrás lo veo diferente. He ganado mucho más que una copa. He ganado un equipo, conocimientos y sobretodo unos amigos.
Gracias por todo chicos y a ti también Rafa.
Podría poner un FIN aquí, pero siempre es mejor un "¡hasta la próxima!"
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